Magia victoriana

Comencé a leer Las damas de Grace Adieu (2007) de Susanna Clarke porque la ilustración de la cubierta me llamó la atención. Representa a tres mujeres con las manos enlazadas y que tras leer uno de los ocho relatos que componen el libro descubrimos están realizando un conjuro mágico.
A través de estos cuentos ambientados en la Inglaterra victoriana, que la escritora describe con un fino humor al estilo de Jane Austen, descubriremos que nuestro mundo y la Tierra de Duendes están a menudo muy próximas, y que las relaciones entre los habitantes de una y otra parte suelen ser algunas veces complicadas y siempre peculiares. Encontraremos a magas que protegen niños, doncellas que consiguen burlar maldiciones, colchas que predicen el futuro, reinas vengativas, reyes humillados, duendes, trasgos y demás seres de la Tierra de Duendes, un mundo singular e inesperado que la fantástica imaginación de la autora, junto con su gran conocimiento de la tradición y el folclore británico, nos hará pasar unas muy buenas horas de lecturas, de esas en las que cada palabra debe ser debidamente saboreada.

La ilustración que precede a cada uno de los relatos es del magnífico Charles Vess, el mismo que ilustró la historia de Neil Gaiman "Stardust" (el cuento mágico de la estrella caída del cielo), y de hecho uno de los cuentos tiene lugar en el pueblo del protagonista de la aventura de Gaiman, en Muro (Wall), pueblo llamado así porque hay ni más ni menos que un muro de piedra que separa el mundo de los humanos del mundo mágico dónde viven hadas, duendes, brujas y mil seres feéricos.
Un libro de cuentos que no decepciona y que apetece releer, quién sabe si debajo de ese montón de nieve no se oculte un pequeño duende travieso.