Trece son las razones que llevan a la adolescente Hannah Baker a grabar siete cintas de casete. Trece relatos encadenados en los que se entremezclan los mismos personajes, sus compañeros de instituto, aquellos que la harán tomar la decisión de acabar con su vida, que para ella ya no tiene ningún sentido ni ningún valor. He acabado de leer Por trece razones de Jay Asher, su primera novela, que está causando furor en Estados Unidos, y francamente no me extraña. La novela nos cuenta en boca de la ya desaparecida Hannah las circunstancias que sucedieron durante los años de instituto y que decidieron el final de su vida. Nosotros las escuchamos gracias a Clay Jensen, compañero de estudios, que acaba de recibir por correo las cintas grabadas, y que nos va contando a la vez su participación en la historia.
Engancha desde el principio porque al ir leyendo te das cuenta de lo frágil que llega a ser la vida de un ser humano, de lo influenciables que podemos ser, de lo doloroso de la existencia, rodeado o no de amigos, de rumores, de mentiras y engaños, de personas en definitiva que muchas veces no se dan cuenta de que con sus acciones, que a menudo parecen no tener consecuencias, pueden desencadenar una serie de hechos que nos lleven a un trágico final. Como dice Hannah, como un pequeño copo de nieve que comienza a rodar ladera abajo y acaba convirtiéndose en una gran bola que lo arrasa todo a su paso.
Una novela que recomendaría como lectura en el instituto, una novela que nos aleja de vampiros, y otros seres de fantasía, para acercarnos a una realidad, que no por poco conocida deja de ser menos cercana, y mucho más cruel que cualquier monstruo dispuesto a invadir el planeta.
"Nadie sabe con seguridad el impacto que tiene sobre la vida de los demás. A menudo no tenemos ni idea. Y aún así, hacemos las cosas exactamente igual."